miércoles, 1 de julio de 2015

Buitres Dart y Elliott velan armas para el default griego


Si Grecia entra en default y no consigue llegar a tiempo con los fondos para pagar su deuda externa privada, habrá dos personas (quizá algunas más) que festejarán. Son Kenneth Dart y Paul Singer, que desde junio de 2012 a noviembre 2013 compraron bonos griegos emitidos el 2 de mayo de 2010, días antes del primer rescate de la troika.
Publicado el 1 julio 2015
Por Carlos Burgueño
Si Grecia entra en default y no consigue llegar a tiempo con los fondos para pagar su deuda externa privada, habrá dos personas (quizá algunas más) que festejarán. Son Kenneth Dart y Paul Singer, que desde junio de 2012 a noviembre 2013 compraron bonos griegos emitidos el 2 de mayo de 2010, días antes del primer rescate de la troika.
Lo hicieron a través de los fondos Elliott Managment y Elliott Associates (en el caso de Singer, que para la Argentina utilizó otra firma, la NML Elliott) y Dart Managment (de Kenneth Dart, que en el país usó la marca EM Limited).
Se sabe que entre ambos fondos especulativos adquirieron entre 3.000 y 4.000 millones de euros, una cifra casi insignificante frente a los más de 206.000 millones reestructurados en ese llamado de 2010 y mucho más contra los más de los casi 317.094 millones de euros actuales; pero que, como en el caso argentino, podrían demoler cualquier intento de tercera reestructuración griega.
Ahora esperan que el gobierno griego de Alexis Tsipras, tras anunciar formalmente que no podrá hacer frente a los vencimientos privados, llame a una nueva reestructuración que incluya quitas, para luego comenzar a operar donde más saben: en los tribunales de todos los mercados internacionales donde Grecia tiene emitidos sus papeles de deuda soberana para plantear que Atenas incumplió con lo prometido y reclamar que se les pague el 100 por ciento del pasivo, más intereses, multas y punitorios.
Luego, si esto ocurre, comenzará un proceso similar al que los fondos buitre aplicaron en casi todo el globo desde 1990 hacia delante, y que incluye casos como Rusia, Perú, Nicaragua, Brasil, Turquía, Polonia, El Salvador, casi todo el continente africano y, obviamente, Argentina.
Verdadero “juicio del siglo”
Si efectivamente el reclamo de Elliott y Dart termina en un juicio contra el país, se convertirá en el caso más importante e impactante de todos los anteriores, incluyendo el default local de 2002 y el posterior “juicio del siglo”, no tanto por su monto (más de 300.000 millones de euros frente a algo más de 100.000 millones de dólares para el caso argentino) como por la importancia de la víctima elegida, sino por su importancia geopolítica.
Si en el caso de la Argentina la decisión del mundo desarrollado fue dejar solo al país, en el caso griego Dart, Elliott y compañía desafiarán a los países más importantes de Europa, que en su momento garantizaron la reestructuración griega de 2010 y la emisión de la deuda.
Con aviso
A diferencia del caso argentino, los fondos buitre no actuarían bajo el efecto del factor sorpresa. Singer le había advertido a Grecia en enero de 2014, durante el Foro Anual de Davos, que iniciaría un combate judicial si no cumplía con las “condiciones pactadas por la troika” (FMI, Banco Central Europeo y la Comisión Europea) en 2012.
Más artilugios
Elliott y Dart tienen también preparado el argumento para operar sobre los seguros contra default (CDS) bajo los cuales está emitida la deuda griega. Según los fondos buitre, estas cláusulas sólo se activan mientras la reestructuración de 2012 esté operativa, pero no cuando este plan de rescate haya caído. La estrategia judicial es que una vez caída en default y sin las protecciones de los CDS de 2012, las condiciones de emisión pasan a ser las mismas que antes de las reestructuraciones; esto es, sin protecciones judiciales.
Se supone que los fondos buitre adquirieron bonos a bancos privados que recibieron esos papeles en la reestructuración de 2012, pero que al ver los números de las variables de ese país luego del primer canje decidieron desprenderse de esos títulos públicos a un precio de, se estima, el 50 por ciento de su valor de mercado.
Empresas y Puerto Rico
Grecia no es el único objetivo de los fondos buitre en estos tiempos. Mientras continúan la batalla contra la Argentina, tienen en la mira a empresas como Petrobras, Samsung y Alcatel. Y, como corolario, preparan una embestida contra Puerto Rico, que este lunes declaró, a través de su gobernador Alejandro García Padilla, que su deuda “es impagable”.

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